martes, 22 de febrero de 2011

LLaman a tu puerta (Notas breves sobre una conversación a media tarde)

Llaman a mi puerta:
Un hombre de unos 60 con acento inglés acompañado de una mujer de la misma quinta
- Somos de la parroquia.
Se hace el silencio, finalmente esbozo una sonrisa y digo:
- Si...
A pesar de mi sonrisa (un tanto forzada) caen enseguida en la cuenta:
-¿Eres practicante?
-No...

Y yo, que no me acuerdo de lo pesados que pueden llegar a ser los parroquianos, solo se me ocurre empezar a hablar de mi progresiva perdida de fé, poniendo por bandera a la iglesia como negocio, que no al catolicismo.
Les hablo de los tópicos (que al fin y al cabo son lo que nos alejan a muchos de nosotros): El uso del preservativo, la homosexualidad...
A los 5 minutos, me hablan de que "se me ve buena persona, pero si no crees en Cristo no tendrás la salvación".
Y yo me pregunto, que particular es la iglesia, por esta regla de tres, ¿los curas pederastas que siguen a Cristo, van al Cielo?
(Miguel mejor no toques ese tema, me digo).
Y volvemos al diálogo, al más estilo Ana botella: Hombre con Mujer, Peras, Manzanas, la sección de frutería del CARREFOUR entera. (Obviamente no hay manera)

Ellos ERRE QUE ERRE. Y vuelvo a preguntar:
- Buenos ustedes me dirán (yo agarrando la cartera para que no se me cayese un mísero céntimo, pensando en la limosna).
- Hay que seguir a Cristo...

En ese momento, viendo a estos dos ancianos que intentan comprender algo que les suena lejano (gays) , se me enciende mi espíritu solidario. Miro a un lado, tengo ropa vieja que quiero dar a los pobres. Pero ni siquiera se me ocurre comentarlo.
Somos dos generaciones con dos planteamientos de fé diferentes.

A todo esto mi hermano recién despertado de la siesta debió decir... ¡Qué al final se llevan a Miguel a la parroquia! Supongo que ya me estaría imaginando con la túnica puesta o como un monaguillo obediente. Que mirando el sentido práctico, ahora que hay poco trabajo y que tengo una iglesia justo enfrente de casa...¡Qué comodidad!

- Verán...(expreso delicadamente, sin saber como echarlos de mi puerta) Al menos me alegra poder charlar, aunque creo que no vamos a llegar a solución alguna.

De nuevo el inglés, obsesionado con Cristo (Este Sí que se haría homosexual si Jesús viviera), me dice que el problema es que me he alejado del camino. Que no sigo los mandamientos, que es la postura cómoda la de no hacer todo los que Cristo dicta...

Y yo, que estaba leyendo tranquilo, pienso, efectivamente, se está mejor en casa leyendo y cultivándose que seguir una doctrina desfasada y en la que reinan muchas injusticias...Y apostilló: "y me bauticé pero de la doctrina al negocio de la iglesia hay mucha diferencia. No vamos a llegar a ningún lado, Buenas Tardes"

Y ahora sí, me despido con una profunda sonrisa, esta vez de satisfacción por haberme librado de ellos. Y también, porque no han podido responder a muchas de las cuestiones (errores) que la Iglesia sigue cosechando. Ojalá, todas estas preguntas les hayan hecho reflexionar a ellos, pero me da que CRISTO en sus vidas, puede más que cualquier cosa. (Que se lo digan al Inglés)