
La arquitectura ya tiene su cuarta dimensión. La nueva propuesta del arquitecto italiano David Fishner pretende jugar con el tiempo. La intención de crear el primero de estos rascacielos giratorios en Dubai ha suscitado la curiosidad de muchos por ser una vuelta de tuerca más al concepto arquitectónico mundial.
Aunque para muchos no estará a la altura de su bolsillo (unos 19.000 euros m2), la propuesta parte de un atractivo no solo en el residente, sino en los viandantes que puedan ver como se va configurando cada día una puesta geométrica diferente en el espacio urbano.
Estos rascacielos presentan la posibilidad de poder cambiar la disposición de la casa en función del gusto del residente.
Imaginen que una mañana en la ciudad de Nueva York, aburridos con las vistas del madison square garden, optemos por cambiar y tomar el café con el central park de fondo. O por otro lado, aprovechar las horas de luz de la ciudad e ir ubicando nuestro hogar hacia la puesta de sol más tardía.
Un propuesta que de momento aunque ya hay un encargo, queda en entredicho, ya que no sabemos si por la envidia de otros arquitectos o por la falta de profesionalidad de su promotor (lleva 20 años de inactividad como arquitecto) estos rascacielos terminarán por ser un sueño ficcionado a lo Stanley Kubrick o conseguirán ser la envidia de otras grandes ciudades.
420 metros de altura, 80 pisos que giran independientemente uno de otros a la velocidad que desee el inquilino, y para más inri son ecológicos ya que funcionan a base de energía solar gracias a las 79 turbInas eléctricas de las que dispone. Todo un reto para el urbanismo de nuestros días.
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