lunes, 23 de junio de 2008

10 años de cretinadas con la compañía de teatro




Hace una década que mi payasismo escolar tuvo una vía de escape.
Cuando recuerdo como comenzó todo, no paran de venirme al a cabeza historias, viajes y anécdotas de tantos años.
El largo camino recorrido empezó con Mariano Aguirre, mi tío, y uno de mis referentes culturales en esta vida. En el trayecto se unieron tres grandísimas bailarinas a la par que amigas: Marisa, Arena y Bárbara.

Estos días que representamos una nueva obra, aunque nos falte en escena Marisa y Arena, no paro de recordar los mil sitios recorridos y las bufonadas alla improvissa de cada uno. Diez años dan para mucho.

Los viajes a Ibiza cada año sintiéndonos más payeses, la paciencia con los radicales escolares, la educación y agradecimiento de los adultos en las escuelas de idiomas o los teatros inmensos para tan nimios cretinos y los pequeños espacios que nos hacían extremadamente grandes fueron el pan de cada día.

Recuerdo actuar en apenas 10m2, con las pobres chicas haciendo malabares más que danza del vientre para no venirse abajo (es decir, al suelo), recuerdo a Mariano y sus cambios tras los biombos, cuando, sin ningún tipo de tapujos le llamaba el organizador en cuestión y allí que iba a saludar con tan solo un taparabos.

Nuestra perdida "without money" en León, donde tocó llamar al amigo del amigo del amigo para que nos dejará dinero para gasolina ya que no habíamos cobrado el cheque (siempre CRETINOS). Los técnicos de sonido tan particulares que parecían todo menos eruditos de la tecnología, los comentarios de los espectadores tras acabar la función, como aquellas mujeres indignadas tras el gag comico del papa de roma, se sentían heridas como si alguien del opus hubiese visto como queman la foto del mismisimo Monseñor Escriba. O aquella en Ibiza en el que una madre británica, sin ningun tipo de educación (parece mentira) entro gritando en plena actuación "Thomas, Thomas" y Mariano en una de sus improvisas terminó buscando al niño con la señora a la voz de "Where's the fucking thomas" ante el apluso y risas del público.

y tantas ciudades: Burgos, Tudela, Ciudad Real, Valladolid, Toledo, Madrid, Ibiza, Cuenca, Alcala de Henares...el teatro como excusa perfecta para poder mirar, aunque sea de soslayo, lo bonito de nuestra geografía.

Ahora que se cumple muchos años de ensayos y representaciones me doy cuenta de la gran vía de escape que supone poder esconderte en algunos personajes, o en otros casos, hacer catársis de la vida en otros tantos.

En nuestros viajes, del modo más morrisoniano a lo "riders on the storm" ,viajamos los cinco, previo ristretto en casa del capo (o cretino mayor) con ganas de comernos el escenario y reirnos del mundo y, por supuesto, de nosotros mismos.


¡¡¡Gracias cretinos!!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que conste que en cuanto leí esta página, inmediatamente hice unos comentarios, pero por las cosas de la internet, no quedaron registrados.
Lo hago de nuevo ahora.
Ha sido muy emocionante leer estas líneas de Miguel que me han retrotraído a momentos de gran intensidad emocional; la verdad es que en estos diez u once años, y con grandes dificultades las más veces y mucho empeño siempre, se han hecho muchas cosas y, quiero creer, de calidad.
Jovellanos definió al teatro como "escuela de juventud"; cuánta razón tenía don Gaspar; no seré yo desde luego quien se la quite.
Ha habido momentos impagables y espero que los siga habiendo numerosos. Como dijo Callas, en un arrebato de entusiasta satisfacción: "¡¿Por qué no nos vamos a vivir todos juntos?"
Mariano Aguirre, empresario de la Troupe del Cretino s.l.