Discos eternos (3): White Ladder - David Gray

Todos los melómanos tenemos siempre discos que son banda sonora de nuestra vida, que recuperamos a los años de haberlos dejado de escuchar, que necesitamos, que nos siguen emocionando y que en cada nota nos mandan flashes de los años y experiencias vividas. Además de eso, algunos de estos deberían de estar rayados y deteriorados, no por el mal uso sino por las miles de veces que los hemos reproducidos. Pues mi "White Ladder" ha sobrevivido y aseguro que debe de tener récord en reproducciones, al menos en la lista guiness de mi vida.

Es el disco de mi gran amiga María, que allá donde este siempre pone la oreja cuando le doy al play, el disco de mis amores universitarios (afortunado de mi, lo pude escuchar abrazo), de mi soledad, donde David Gray grita con rabia y fuerza como muchas veces hago cuando voy por las calles (y me aseguro de que no me vean saltar y sonreir)

Con letras de poeta y grabado desde su estudio casero, David Gray transmite un halo de intimidad, de optimismo introvertido. Juega levemente con la electrónica, como muchos de esos discos míticos de la historia de la música. Grita, te hace navegar, emociona por los cuatro costados... y a mi me ha arrancado alguna que otra lágrima, valga decirlo.

"Nightblindness" al más puro estilo dylaniano, "Sail Away" la melodía perfecta para enamorarse, "White Ladder" sobre los amores efímeros, "This years love" sobre las emociones vividas, con una melodía sencilla a la par que efectiva... y así hasta 11 joyas que te sumen en la tranqulidad...A día de hoy, para mi y por experiencias vividas, el disco más emocional y eterno que tengo en mi estantería.

Ahora suena...¡no comento más! solo puedo escucharlo una y otra vez