martes, 27 de septiembre de 2011

Entre la diplomacia y las facciones armadas.

Una mañana estupenda en la embajada. En la zona norte de Beirut se erige un pequeño palacete ajardinado con mucha historia detrás. Por cierto que eso de los jardines y parques brilla en este país por su ausencia. Uno de los principales problemas que se le plantea a una compañera de la ONG residente en Beirut, embarazada de 6 meses, es donde podrá criar a su hijo sin zonas por las que pasear.

Aquí solo se erigen edificios sin ningún plan de urbanismo detrás: cada uno de su padre y de su madre, en ruinas, modernos, tiroteados por la guerra civil, horteras, antiguos, viejos, con solares entre medias…

Ya me estaba escapando de la cuestión. Nos recibe el embajador de España en Líbano, D. Juan Carlos Gafo. Es un hombre cordial, accesible y hasta simpático, algo difícil de ver en otros estirados embajadores. Nos pone al día de tantas cosas que solo me queda resumir.

Juan Carlos Gafo en la Embajada de España en Beirut

Nos habla de la cuestión palestina y de esa “tensión” que comentaba yo días atrás. Hay una doble cara en acoger a los palestinos en este país. Por un lado son “enemigos” de Israel, a la vez “enemigo” del Líbano . Ahí está el apoyo.

De otro lado, los libaneses ven como ciertos responsables a los palestinos (Israel llegó a invadir este país desde su frontera en el sur con Líbano hasta llegar a la zona oeste de Beirut, situada en el centro del país), por su entrada en la búsqueda de terroristas palestinos que actuaron sobre Israel.

Bien es cierto que, igual que en Jordania, los palestinos tienen su nacionalidad jordana; aquí en Líbano, los palestinos no tienen derechos como ciudadanos libaneses.

Gafo nos habla de Hezbolá, y no se aleja de mi opinión, dejando al margen la parte de la sección armada. Proponen mucho más orden que otro de los grupos políticos del país, garantizando derechos básicos que otros no ofrecen.

Nos habla de lo que afectará las rebeliones Sirias a Líbano. Posiblemente las minorías huyan, cientos de miles de palestinos , los cristianos también… Nos aclara que el censo de 4 millones de Libaneses es de 1932; que por intereses no se ha querido volver a hacer (por la creciente mayoría suníta y la minoría cristiana).

Nos explica de manera magistral las relaciones entre los más de 18 partidos políticos que se reparten el poder. Volvemos a hablar de equilibrio, de la necesidad de explotar ese hecho como una virtud y un ejemplo para el resto del mundo. Nos habla de la importancia de las ONG’s en este país, del gran número de personas con discapacidad, de la ayuda que se necesita en todas las ciudades.

Defiende orgulloso que España es el país que más colabora con sus ONGe insitituciones (AECID) en la ayuda a la reconstrucción de ciertas zonas.

Terminamos una interesantísima entrevista. Gafo, nos propone visitar la sala donde murió el embajador Aristegui. Nos emocionamos al conocer la historia.
Aristegui y la familia de su mujer cenaban tranquilamente. Siria llevaba días bombardeando Beirut, queriendo eliminar a las tropas libanesas. De repente, un Obus entró por la ventana del Salón. Aristegui y los familiares de su mujer mueren en el acto.

Siria pidió perdón pero aún no se conoce si era intencionado este ataque a la embajada española o fue un fallo en el cálculo. Eso sí, en esos mismo bombardeos murieron los embajadores de Francia y Estados Unidos de maneras similar.


Cambio de 180º. De la Embajada marchamos a Ein El Hilweh,. Este es el campo de refugiados más grande de Palestina y después de Nahr el Bared, el segundo más peligroso del país. En el residen 40.000 personas, prácticamente hacinadas.

Aspecto de la calle principal
Este campo cuenta con un gran número de facciones armadas y de milicias. Unas enfrentadas con otras. Parece que la paz en este campo no es posible entre los propios palestinos. Paseamos al lado de la mezquita. Su torre principal está tiroteada. El jefe de la milicia que domina esa zona nos explica que hace dos semanas se emprendieron a tiros entre una y otra facción.

Los compañeros de la ONG que han creado una escuela para niños nos explican que el campo alberga facciones radicales de Al Fatah e incluso de Al Qaeda. Intentamos disimular nuestro miedo. Afortunadamente estos grupos están al otro lado del campo.

Llegamos a la Escuela, decenas de niños salen riéndose. Por los malditos atascos de este país no hemos podido cubrir la actuación de Payasos sin fronteras que acaba de concluir. Enseguida me veo persiguiendo a los niños de un lado al otro del salón de actos y haciendo el tonto. Me paro, me doy cuenta que llevo un rato sin poner orden en rodaje. Me pudo más verles saltar y sonreír. Igual también por motivos así dicen esa famosa frase en el cine de no trabajes “ni con niños, ni animales ni con Charles Laughton”

Aspecto de la escuela, proyecto de MPDL y AECID

Por primera vez probamos la comida palestina. Nos reciben como a la realeza. Una mesa llena de platos. No me dejan ni servirme el agua, una mujer quiere hacerlo. Me enfado a modo de broma, les digo que hoy seré yo quien sirva a las mujeres. Aplauden y ríen, por extraño que les parezca.


Última visita del día, vamos director a otro centro financiado por MPDLy Aecid, el más inaccesible de todos los campos. No nos dejan grabar en el camino pues solo vamos con una chica. Asusta. Quitando la calle principal, si es que se puede llamar calle, el hacinamiento es total. Apenas un metro entre un edificio y otro. Hace un sol radiante, pero en estas calles no se ve, no hay hueco para que entre un rayo, solo sombra.

Las calles son angustiosas y hay zonas de difícil acceso. Al torcer una esquina un joven de unos dieciocho sostiene una metralleta enrome. Luego nos explican que, posiblemente, algún líder de la milicia vive en esa casa. Es toda una aventura recorrer esas calles en penumbra hasta enuestro destino.

Abandonamos el campo, unos 200 metros antes del paso con el ejercito nos explican que ya hemos sobre pasado la línea verde. Eso significa que toda la gente entre el control del ejército y esos 200 metros no pertenecen a los que la UNWRA (perteneciente a las Naciones Unidas) considera territorio palestino. No tiene el amparo ni de esta Organización ni del estado Libanés. La falta de espacio en el poblado les mantiene al margen de la protección civil. Al igual que la UNWRA es encargada de suministrar agua y recoger las basuras a los palestinos; esto es tierra de nadie, no tienen les protección ni nadie ofrece su ayuda. El olor y el estado de esa zona es indescriptible.

Volvemos al hotel, comparando todos los campos que hemos visto hasta la fecha. Algo nos remueve. Desde las travesuras de los niños de la Escuela a la sorpresa de ver un campo que tiene sus divisiones entre uno y otro barrio. Muchas contradicciones para un solo día.

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