sábado, 24 de septiembre de 2011

Palestina y su ilusión

Líbano cuenta con más de una decena de campos palestinos que se reparten de Norte a Sur por todo su territorio. Cada uno de ellos diferente, algunos con cierta organización, otros, un auténtico caos.

Desarrolando la idea de “campo de refugiados” vemos la clara situación en la que se encuentran: viven en un auténtico Ghetto. Son palestinos y Líbano les acoge, pero no tienen derechos… viven al margen del resto del país. Las condiciones de salubridad dejan mucho que desear y no todos los campos tienen un sistema de alcantarillado.

Nos cuentan que la electricidad también es un problema, no ya porque es mínima y hay apagones continuamente, sino por los numerosos casos de muertes por electrocutación. Solo hay que echar un ojo a las calles, donde los cables cuelgan por todos los lados. Asusta ver algunas esquinas.

Estado de algunas calles del campo. Miles de cables cuelgan por todoslos lados

Aparecen niños, que nos invaden con la sonrisa. Viven al margen del resto del país pero no por ello dejan de gritar: “Real Madrid, Real Madrid”. Yo contesto con un “Barcelona, Messi” y comienzan a abuchear. Uno de ellos baja corriendo con la camiseta de Ronaldo, estos chicos dan la vida a cualquiera. Alberto el segundo operador comienza a bromear con ellos…En unos segundos no hay manera de quitárselos de encima.

Una de las familias nos invita a su casa a tomar café. La hospitalidad es una de las virtudes de este pueblo. Subimos a la planta de arriba, y poco a poco se vislumbran unas ruinas romanas que nada desmerecen a las de ciudades españolas. Nada menos que un circo romano.


Ruinas romanas, al fondo, la ciudad de Tiro.

Algunas casas palestinas están a medio construir. Desde que se le otorgaron los territorios al pueblo palestino en Líbano, la población ha ido en aumento. Como no pueden ocupar más espacio del que se les concedió, no les queda otra que ir construyendo como buenamente pueden hacia arriba, para acoger en la planta superior a la generación venidera.

Ahondando más en la sociedad palestina y explicando uno de los proyectos de “Movimiento por la Paz” nos preocupamos por la actual situación de la mujer en Palestina. Como sucede en otros países árabes la mujer tiende a casarse a un edad muy temprana. De hecho, más del 40% de las mujeres se casan antes de los 18 años. Nos explican que uno de los motivos es puramente educacional pero también forzado por la situación económica de estas mujeres cuyos principal labor en la vida es la de ama de casa.

El proyecto que MPDL desarrolla no es otro que el de concienciar a esas jóvenes de lo importante que puede ser para la familia y sobre todo para ellas el poder tener un oficio como los hombres. Nos reunimos en una mesa con una de las chicas que ha recibido el proyecto, con 16 años y aún soltera enuncia “Gracias a esto podemos vivir por nosotras mismas, sin tener que vernos obligadas a casarnos con alguien del que no estamos enamorados”. Minutos después le acompañamos a un pequeño establecimiento, es su peluquería, la que se ha ganado con el sudor de su frente.

Las mujeres nos siguen contando sus experiencias, cada cual más emotiva… agradecen iniciativas como las de MPDL por que consiguen hacer avanzar su sociedad. Suena raro escuchar a una mujer decir que su marido no termina de ver con buenos ojos que tenga trabajo. Su compañera de mesa, sentada a la derecha, se ríe a carcajada limpia cuando le preguntamos si eso era posible hace cosa de 20 años.

Me gusta la actitud de las mujeres palestinas: sonríen, agradecen y parecen intentar mantener una actitud positiva a pesar del largo camino que les queda por recorrer a su pueblo y a su género.

Sueñan con volver a palestina. Preguntamos a una mujer de unos 30 años de donde es. Contesta: "de Gaza", vino aquí desde que les expulsaron en el 64. No nos cuadran las cuentas… le pedimos que nos lo explique: “He nacido aquí, llevo viviendo aquí toda la vida, pero yo soy de Gaza” Algo que posiblemente dirá su hijo de tres años si le preguntamos.

Saliendo de la casa una mujer nos señala las montañas. Desde ahí se puede ver que su casa no está a más de 45km de allí, “al otro lado de las montañas de Líbano” enuncia.

Y seguimos con nuestra ruta, no sin olvidar los controles que sufrimos en la carretera y cada campo por el ejército Libanés. Viajamos al Sur, las banderas invaden una de la pocas carreteras medianamente decentes. Es la zona controlada por Hezbolá. Poco a poco me desengaño con la idea de los dos días anteriores… ¿Equilibro o tensión? Aquí parece que todo se mantiene pero con las zonas bien acotadas…


Nuestro intérprete nos cuenta el dominio de este grupo, a cambio de su compromiso de voto o entrar dentro del partido (los americanos lo consideran grupo terrorista aunque aquí en Libano son representados como partido político), reciben educación gratuita y sanidad. Os sonará fuerte, pero después de oír muchas historias sobre Líbano, está opción me parece una de las menos radicales, siempre que no equiparemos Hezbolá a la parte violenta…

Líbano no parece ser Beirut…

Y viajamos al campo de Chatila, bombardeado hacer 20 años. Hoy no es un día triste, hoy es un día festivo. Una explanada está cubierta con cientos de banderas. Hasta 2000 palestinos se reúnen con gorras, bufandas y globos tricolores. Hoy es el día de su presidente. Hoy, Mahmud Abbas leerá en las Naciones Unidas su solicitud para entrar a formar parte como estado de esta organización.

Nos presentan al embajador de Palestina en Líbano, al coordinador de los campos de refugiados en Líbano y hasta un miembro de Al Fatah… por momentos me desborda la información, pero no solo eso, cuesta pensar en que días atrás esto me sonaba lejano e inaccesible.

Algunos de los líderes palestinos de Líbano a la espera del discurso de Abbas, al fondo, Beirut.

Escuchamos el discurso de Abbas, con momentos emotivos, con millones de razones, con una demanda de justicia que aún no ha llegado y que aún no logro entender. Cita las palabras de Arafat, recuerda el continuo avance de los israelíes no pide confrontación, pide vivir en paz y que los avances de asentamientos israeliés se detengan… Momento histórico. La ilusión y la esperanza llenan a un pueblo sin derechos.

Termina el día, con un sabor agridulce. La experiencia de conocer a este pueblo y la ilusión que les invade se contagia, la injusticia de su situación actual y la hipocresía de otros países, defraudan.

Y mira que yo he sido pro-Obama, y mira que alabé aquel discurso que pocos políticos con gran oratoria han sabido dar. Como él hizo en El Cairo dos años atrás, prometiendo el reconocimiento del Estado Palestino… pero hay un dios por encima de todos que parece llamarse dinero.

Ni el más bueno de los políticos (Los EE.UU posiblemente vete tal solicitud en unos días) deja de lavarse las manos cuando hay tanto en juego en su prolongación en oriente medio llamada Israel.

Y sigo creyendo en las palabras de Abbas, esto no tiene que ver tanto con Israel como con la justicia y reconocimiento legítimo, me uno a su: Basta, basta, basta.

1 comentario:

Rosa Garacía dijo...

Estáis viviendo un momento que ¡ojalá! sea histórico, disfrutadlo. Miguel, enhorabuena por haber sabido captar y describir con tanta sensibilidad la realidad. Aunque sea tu madre, este comentario vale ¿no?. Besos a todos.